Norberto Fontana estuvo a menos de una vuelta de llevarse un podio para Torino hasta que la rotura de un elemento del coche provocó un desparramo considerable de aceite dentro y fuera del habitáculo. Esto provocó un trompo del piloto de Arrecifes quien asumió que tuvo bastante suerte ya que si le hubiese ocurrido 100 metros más adelante hubiera quedado estampado contra el muro del curvón.
Fontana realizó una espectacular tarea de avance y defensiva durante toda la carrera impidiendo que Rossi pueda adelantarlo. El rendimiento del Torino número 115 viene en ascenso carrera tras carrera y si bien quedó bastante lejos de los 12 de la Copa de Oro la aspiración actual es una victoria que a su parecer está al caer.