Desde el domingo se desató la polémica entre el 'Gurí' Martínez y Juan Pablo Gianini para ver quién tenía la culpa de aquella maniobra en la primera vuelta de la final en Paraná en la cual el saltense terminó incrustado contra la contención. Este suceso opacó lo lamentable que nuevamente se volvió a repetir: los neumáticos volaron por el aire al no estar atados. Las cubiertas alcanzaron una altura de más de tres metros e incluso golpearon el alambrado donde había algunos espectadores apostados, quienes de milagro no sufrieron heridas.
Las normas FIA indican que los neumáticos deben estar atados con tornillos, tuercas y arandelas formando así los 'muñecos de neumáticos'. Los mismos muñecos deben estar unidos entre sí con zunchos para que no salgan volando por el aire como sucedió en este episodio.
Es imposible olvidar aque suceso en Balcarce 2011 en donde Guido Falaschi recibió un impacto fatal debido a que rebotó rumbo a la pista debido a que los neumáticos de contención contra los que chocó no estaban atados. Si bien en este caso no se puso en peligro la vida del piloto sino de los espectadores, las gomas deben tener su pertinente reglamentación para que no se produzca ninguno de estos dos sucesos.
La pregunta es... ¿qué tiene que pasar para que aprendamos?