El regreso del automovilismo ha planteado el punto más crítico en el proceso de la vuelta a las pistas: los costos. El hecho de la casi duplicación de la divisa extranjera en estos seis meses de parate ha elevado exponencialmente los costos, principalmente teniendo en cuenta que la mayoría de los elementos que llevan los vehículos son importados. A esto se le suma el hecho de que algunas categorías han tomado la impronta de realizar carreras con solo 7 días de descanso en el afán de poder cumplir con el mínimo de carreras que establece el reglamento antes de fin de año.

Esto supondría un durísimo golpe económico para pilotos y dueños de equipo, a quienes la mayoría de las categorías decidieron financiar o directamente subsidiar ciertos costos administrativos y de competición. El Turismo Nacional no ha sido la excepción a la regla, ya que también han presentado algunos beneficios para que los aumentos no impacten tan de lleno en los competidores que tuvieron su última aparición en pista el 15 de marzo en La Pedrera.

Sin embargo los pilotos de la Clase 2 del TN decidieron de forma unánime no aceptar esta proposición dirigencial que, bajo su punto de vista, no contemplaba la actualidad económica por la que pasaban los pilotos y las empresas que los sustentaban. Ante la agrupación del 100% de los participantes de la clase menor, la dirigencia hizo dos ofertas más, las cuales los pilotos volvieron a rechazar.

Aparentemente esta reacción fue la gota que rebalsó el vaso para Hugo Paoletti, quien ya antes del regreso del automovilismo había presentado la posibilidad de dejar su cargo como consecuencia de las idas y vueltas que tuvieron los gobiernos municipios para poder habilitar las competencias. Finalmente ante estas protestas que empezaron en el mes de septiembre, quien fuera presidente de APAT desde hace más de 20 años habría concluido en dejar su cargo.

Si bien la renuncia de Paoletti está puesta sobre la mesa desde hace ya una semana, recién mañana martes se producirá el cambio de dirigencia (si es que no aparece ningún otro palo en la rueda) debido a que faltaban esclarecer algunos datos contables. En principio se pondría una comisión directiva provisoria por 90 días hasta llamar a elecciones. La misma estaría conformada por Javier Rabadé, Emanuel Moriatis (en representación de la Clase 3) y Joel Borgobello (en representación de la Clase 2). A partir del día miércoles comenzarán las reuniones con Hugo Mazzacane para acordar temas televisivos y demás situaciones que involucran a ambas partes.

REPROGRAMACIÓN DEL CALENDARIO
Ante este lío entre dirigencias, la fecha programada para este 18 de octubre ya ha sido cancelada. El objetivo de la dirigencia es que de una u otra manera se puedan correr las tres fechas dobles que se pactaron hace algunas semanas. En principio no habrá competencia hasta el 22 de noviembre, que es el primer fin de semana que la categoría tiene disponibilidad para realizar una competencia sin pisarse con otras categorías como el TC, TC Mouras o el Súper TC2000, aunque todavía todo está por verse. Ya es casi un hecho que el torneo va a terminar en enero del 2021.

Una lástima que una de las tres categorías más populares del país y con uno de los mejores espectáculos de la actualidad tenga que pasar esta situación después de semejante golpe que impuso la pandemia.