Fue un fin de semana perfecto para el equipo Toyota junto Matías Rossi. El paso por Río Cuarto significó la confirmación del excelente momento que atraviesa esta conjunción. El team que dirige Dario Ramonda ha logrado establecer un equilibrio y contundencia que le permite al actual campeón pensar definitivamente en repetir el título obtenido en la temporada 2019.

Durante todo el fin de semana Matías Rossi pudo cosechar una importante cantidad de puntos al obtener las dos clasificaciones y ambas competencias finales que cerraron la cuarta y la quinta fecha de un campeonato que empieza a transitar la segunda parte. El sábado con un clima totalmente adverso el campeón mostró una sólida tarea frente a los ataques de Azar y Girolami.

En ese momento contaba con el apoyo del debutante y compañero de equipo Franco Vivian. La lluvia le puso un alto grado de incertidumbre que fue muy bien aprovechado por el equipo Toyota para quedarse con el 1-2.

Ahora el desafío era diferente. El clima cambio. El sol de la mañana secó la pista y la temperatura se elevó y eso exigía que los equipos cambien la puesta a punto de los autos.

La clasificación mostró una dura lucha entre Girolami y Rossi y esto hacía pensar que esa paridad podía trasladarse a la final. Rossi se quedó con la pole y el cordobés se presentaba como el principal retador en la mañana del domingo.

El inicio de la competencia final los encontró a los dos pelando la primera posición quedando Rossi como líder. A partir de allí entraron en juego las estrategias de cada uno de los equipos. El Azar MotorSport contaba con Girolami y Diego azar que tuvo una muy buena largada para posicionarse tercero mientras que detrás de ellos se ubicaba Marcelo Ciarrocchi con un gran trabajo inicial.

A medida que se consumían las vueltas y el tiempo de competencia, las chances de Girolami parecían escaparse y Diego Azar aprovechó una buena maniobra para superar al cordobés y salir a buscar a Rossi.

La lucha fue intensa hasta que un problema en la unidad de Azar lo relegó de la lucha y eso le permitió al puntero transitar con cierto grado de tranquilidad la última parte de la competencia.

Franco Girolami asumió la responsabilidad de la segunda posición e intentó sobre el final un ataque que fue controlado por Matías Rossi. La bandera a cuadros sentenció un nuevo triunfo del líder del certamen mientras que la segunda posición quedó en manos de Girolami y tercero llegó Marcelo Ciarrocchi en lo que fue su mejor actuación en la categoría.

Fefo Di Palma ganó en la divisional menor
“Fefo” de una vez por todas pudo cerrar el resultado y lo hizo de principio a fin en una competencia en la que compartió pista con los autos del TopRace V6. Sobre las últimas vueltas tuvo que aguantar la presión de Facundo Aldrighetti, quien con el Mercedes Benz del JLS Motorsport lo buscó por todos lados sin poder doblegarlo mientras que Franco Morillo, Ian Reutemann y Baltazar Leguizamón no se dieron tregua para saber quien ocupaba el último escalón del podio hasta que el de Junín padeció con esa falla que lo persiguió durante todo el fin de semana y tuvo que abandonar mientras que el de Capitán Sarmiento corrió con la misma mala suerte y entró a boxes para desertar por un problema en el auto del DM Team.

Llegó la bandera a cuadros y la victoria quedó en manos de Stefano Di Palma, la segunda para él en la categoría en un circuito que le cae muy bien ya que en 2018 había conseguido su debut triunfal de la mano del DM Team. Segundo terminó Facundo Aldrighetti que sigue “dulce” y no se baja del podio desde que regresó al Series en la fecha pasada en Buenos Aires y tercero quedó Ian Reutemann en una notable recuperación con el Toyota Corolla del Pfening Competición luego de un sábado difícil por la rotura de la transmisión. El de Humboldt pudo sumar puntos importantes para recuperar la cima del torneo.

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