La primera fila de la final estaba conformada por los Ford de Joaquín Ochoa y Franco Deambrosi, mientras que detrás aparecían los Chevrolet de Rudi Bundziak y Tomás Brezzo, que buscarían avanzar y pelear por los puntos gordos del domingo.

En la largada, Ochoa prevalecía en la punta ante el intento de Deambrosi, mientras que detrás Brezzo tomaba el tercer puesto sobre el misionero Rudi Bundziak en los primeros metros de carrera.

Vivot intentó la superación a Maceira por el quinto lugar, pero no lo conseguía. Chansard buscaba recuperar luego del recargo que le quitó la victoria de la serie, pero no podía avanzar desde la séptima posición.

De nuevo, Vivot buscó el adelantamiento y se negaba. No así Montenegro que crecía al noveno lugar, después de superar a Benítez en 3 vueltas de 18 pactadas.

Cingolani ingresaba a boxes por inconvenientes mecánicos, mientras Deambrosi se comenzaba a colocarse cerca de un Ochoa que no podía alejarse de sus rivales.

Deambrosi aprovechó las complicaciones de Ochoa para pelear por la punta de la carrera cuando se cumplían 7 giros de competencia. Vivot realizó un tercer intento y conseguía adelantar a Maceira en la salida del curvon para convertirse en el nuevo quinto de la carrera.

Cuando estaba cerca de la punta, Deambrosi entró en trompo y perdía grandes chances de puntos, y eso permitió el ascenso al segundo y tercer puesto de Brezzo y Bundziak. Vivot cuarto con su Dodge se acercaba a los Chevrolet para pelear por el último escalón del podio en mitad de carrera.

Ochoa con el retraso de su rival más cercano alcanzaba una distancia deseada en una parte clave de la carrera, y aprovechaba la pelea entre Brezzo, Bundziak y Vivot para escaparse.

Brezzo hacía lenta la competencia desde el segundo puesto y Maceira pretendía aprovechar para acercarse a la conversación por el podio, mientras que Deambrosi lograba volver en el noveno lugar y Sefchek se salía de pista luego de un trompo.

Bundziak buscaba adelantar a un lento Brezzo que aguantaba a todos detrás suyo, mientras que Vivot soñaba con la posibilidad de llegar al podio, objetivo que estaba al alcance de las manos.

Esquivel se iba de pista y abandonaba la carrera, aunque la distancia era suficiente para evitar el ingreso del auto de seguridad. En tanto, sus compañeros de equipo, Brezzo y Bundziak peleaban por el segundo puesto de la carrera, aunque Vivot se ilusionaba con alcanzar el tercer lugar.

Mientras sus rivales se peleaban, Ochoa se encaminaba hacia la meta, el triunfo y la primera bolsa de puntos importantes del domingo.

Luego de 18 vueltas, cayó la bandera de cuadros y decretó la victoria de Joaquín Ochoa, escoltado por Tomás Brezzo y tercero terminó Rudi Bundziak.