"Un fin de semana que termina mal, habíamos arrancado muy bien el viernes en los entrenamientos pero el sábado fuimos a clasificar y apareció una merma en el motor que todavía no sabemos qué es. Nos puso en duda, no lo quisimos cambiar inmediatamente y fuimos así a las series, en la serie también notamos un problema importante y lo cambiamos para la final. Largué último, veníamos 28 o 27 y se pinchó un neumático, tuve que entrar a cambiar la goma y llegué más atrás todavía. Perdimos puntos en esta carrera y no queríamos perder en Neuquén porque los motores iban dos carreras sellados.
El motor nuevo no mejoró mucho, tuvimos un buen arranque y después se empezó a caer un poquito el motor. De arranque habíamos arrancado bien, por eso clasificamos cuarto pero después se fue complicando, decidimos cambiarlo, perdimos puntos en esta carrera y preferimos no perderlos en Neuquén porque los motores van dos carreras sellados.
Había suciedad, yo pinché una goma pero pareciera ser mala fortuna, no vino bloqueado el neumático, no tuve golpes del lado izquierdo, así que indudablemente una pinchadura como a veces sucede cada tanto y la suciedad de la pista es lógica porque en un momento empezó a lloviznar, se fueron afuera algunos autos y cuando vuelven ya empiezan a traer tierra.
Uno no espera esto, siempre viene a la carrera esperando ganar o hacer un buen trabajo, son situaciones del automovilismo propias y nos vamos bajoneados.
El precintado de motores no nos favoreció mucho, de hecho hoy pusimos en riesgo esta carrera saliendo de la grilla por el cambio de motor para no sufrirlo en Neuquén pero era el camino que teníamos que tomar. El precintado de motores era algo que habíamos pedido los pilotos para reducir los costos, así que tenemos que solucionar nuestro problema y nada más"