Nadie podría haber imaginado que el arranque de la Copa de Oro podría haber sido una tortura tan fuerte para uno de los grandes candidatos a quedarse con la corona. Valentín Aguirre arrancó el sábado con la ilusión de comenzar a recortarle puntos a Werner y a Benvenuti, sin embargo desde el minuto cero que el auto se puso en la pista, nunca anduvo competitivo.
En la primera tanda ya se lo veía sumamente frustrado con complicaciones para doblar en la 'S' del ciervo y para frenar en Ascari, así se lo manifestaba a su ingeniero Edgardo Iturrarte.
Pero la cosa se puso mucho peor en la segunda tanda de entrenamientos. El tiempo para encontrar el auto se terminaba y Aguirre sentía la impotencia cada vez más de cerca. Lo reflejaba su cámara a bordo, en donde constantemente hacía gestos y se bajaba la visera para tratar de que no se pudieran ver sus gestos de bronca.
El trabajo del JP Carrera apenas alcanzó para ponerlo en el puesto 30, y cuando ya había caído la bandera a cuadros, Aguirre quiso acelerar en la vuelta que le quedaba camino a boxes para intentar probar los últimos ajustes que se habían hecho, pero la desconcentración desencadenada por la impotencia lo hicieron perder el control en la salida de la 'S' del ciervo, entrar inestable al piano y salir disparado hacia el paredón externo, rompiendo toda la parte trasera de la Dodge en un fuerte impacto.
Aguirre rompió en llanto, ya que la situación no podía ser peor. Por suerte salió caminando por sus propios medios, pero deportivamente un sábado negro para el arrecifeño que recibe un duro golpe en sus aspiraciones al título.
La clasificación será a las 15 horas y veremos qué pasa para entonces.
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