Un impresionante pilotaje de Lewis Hamilton en el agua del Gran Premio de Turquía le dio su décima victoria de la temporada y, lo que es más importante, lo vio reclamar el séptimo título de su carrera, para igualar el récord de Michael Schumacher. Sergio Pérez y Sebastian Vettel completaron el podio después de una emocionante carrera en Estambul.
Hamilton había comenzado la carrera en sexto lugar, subió al tercero a la mitad de la primera vuelta y luego volvió a caer al sexto al final de la vuelta 1 después de un error en la curva 9. Pero la decisión de cambiar sus neumáticos intermedios solo una vez vio a Hamilton conducir de manera magistral para reclamar la victoria por más de 25 segundos sobre Pérez.
La victoria por sí sola fue suficiente para lograr el campeonato n° 7, pero estuvo aún más asegurado después de una carrera desastrosa para Valtteri Bottas, el único hombre que pudo haber evitado que Hamilton ganara el título hoy, que hizo seis trompos en su camino hacia un puesto 14.
Detrás de Hamilton, en una última vuelta dramática, Sergio Pérez fue superado por Charles Leclerc de Ferrari por el segundo puesto, solo para que Leclerc se fuera ancho en la curva 12 y Pérez retomara el segundo cuando Vettel logró superar a su compañero de equipo para reclamar su primer podio de la temporada después de una largada magistral en la cual pasó de 11º a 4º en solo dos curvas.
Leclerc se quedó para cruzar la línea P4 por delante del McLaren de Carlos Sainz, mientras que una tarde llena de trompos para la pareja de Red Bull dejó a Max Verstappen y Alex Albon P6 y P7 en la bandera a cuadros, por delante del segundo McLaren de Lando Norris.
Norris había lograr ese lugar después de un sobrepaso tardío al segundo Racing Point de Lance Stroll, quien se había asegurado una brillante pole position el sábado y lideró gran parte de la primera parte del Gran Premio, pero su carrera se desmoronó después de una difícil tercera tanda de carrera con neumáticos intermedios. Eso lo dejó noveno, cuando Daniel Ricciardo de Renault completó el podio.
Sin embargo, a pesar de todo, todos los ojos estaban puestos en Hamilton, que estaba llorando mientras lo felicitaban en la vuelta de honor, después de consolidarse bien y entrar realmente en los libros de récords de Fórmula 1.
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